Hoy celebramos el día de la Beata Salesiana Magdalena Morano.
Nacida en Chieri (Turín) el 15 de noviembre de 1847, Magdalena Catalina Morano inicia desde joven entre los pequeños del lugar, Butigliera, un aprendizaje pedagógico que marcará toda su vida, de un modo especial después de obtener su diploma de maestra.
Rica en experiencia didáctica y catequística, a los treinta años pudo coronar su deseo de consagración que se remonta a su primera comunión.
En 1879 es ya Hija de María Auxiliadora y le pide al Señor la gracia de mantenerla “en vida hasta que no haya colmado la medida de la santidad".
Destinada en 1881 a Sicilia, inicia una fecunda obra educativa entre las niñas y las jóvenes de ambientes populares. Dirigiendo siempre "una mirada hacia la tierra y diez hacia el cielo", abre escuelas, oratorios, internados y centros en todos los rincones de la isla. Nombrada superiora provincial asume también el esfuerzo formativo de las nuevas y abundantes vocaciones, atraídas por su celo y por el clima comunitario creado a su alrededor.
Los obispos aprecian y estimulan su apostolado multifacético confiando a su evangélica inventiva toda la obra catequética.
Gravemente perturbada por una afección tumoral, concluye en Catania, el 26 de marzo de 1908, una vida de total coherencia, transcurrida en su intento de “no poner jamás obstáculos a la acción de la gracia, cediendo a su egoísmo personal”.
En esa misma ciudad, el Papa Juan Pablo II la proclamó beata el 5 de noviembre de 1994.
Su cuerpo es venerado en la Capilla de las Hijas de María Auxiliadora de Alì Terme (Catania).